miércoles, 12 de enero de 2011

Las centrales nucleares españolas sufrieron 39 sucesos notificables en 2005(HECHO POR SUSANA PADILLA)

Las centrales nucleares españolas registraron el año pasado 39 sucesos notificables, los mismos que en 2004, dos de ellos de nivel 1, la mitad que en 2004, y el resto de nivel 0, según el informe anual de las actividades del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN). Aunque el suceso de Vandellós II (Tarragona), el más grave en una central en los últimos 14 años, ocurrió en 2004, el CSN recuerda en su informe sobre 2005, que fue el año pasado cuando el incidente se reclasificó hasta el nivel 2 y repasa la gestión que hace de ella su titular.
El suceso al que se refiere afectó al sistema de aguas esenciales de Vandellós II en agosto de 2004 y mantuvo la central parada durante 172 días en 2005.
El CSN subraya que en ese incidente se observaron "importantes deficiencias" en la gestión del titular que no corrigió "los problemas de corrosión generalizada" detectados "durante años", "no dio importancia" a una fuga de agua anterior a la rotura de la tubería de agosto de 2004, no gestionó "con la transparencia adecuada" las reparaciones y no presentó "un plan de resolución aceptable para restablecer los niveles de seguridad".
De los 39 sucesos notificados, sólo el de Vandellós II se consideró "potencialmente genérico" además de significativo ya que sus causas "pueden ser extrapolables a otras centrales".
Por ello se remitieron instrucciones técnicas a todas las nucleares para que analizaran, evaluaran y revisaran sus sistemas de seguridad, unos exámenes que "aún no se han cerrado" aunque no se han identificado por el momento "deficiencias que requieran actuaciones inmediatas".
El CSN, no obstante, analizará "por qué ninguna de las centrales propone acciones derivadas del programa de gestión" que hizo la Asociación Nuclear Ascó-Vandellós tras el suceso.
Los sucesos clasificados como 1, ambos en la central de Santa María de Garoña (Burgos), son "anomalías en el funcionamiento" que revelan deficiencias en aspectos de seguridad "que es necesario corregir" aunque "no tienen impacto radiológico significativo en el interior ni el exterior de la central".
El CSN explica en su informe que el primer suceso de Garoña, el 14 de marzo de 2005, fue consecuencia de la detección de una anomalía en la circulación de los caudales de los sistemas de ventilación del edificio del reactor cuando en la central estaba en parada por recarga.
El segundo incidente en Garoña fue debido a un defecto en la instrumentación de temperatura de la atmósfera de la contención primaria.
Además, durante 2005, se produjeron paradas para recarga en las centrales de: Almaraz I (Cáceres), Ascó II (Tarragona), Vandellós II, José Cabrera (Guadalajara) y Trillo (Guadalajara).
A largo plazo, dice el informe, todos los indicadores, a excepción del de "promedio de sucesos significativos" y la "tasa promedio de paradas forzosas", es decir, por recarga de combustible o reparación, manifiestan una tendencia decreciente en los últimos 10 años en los nueve reactores de las siete nucleares españolas.
El promedio de incidentes se mantiene aún creciente, con una media de 0,93 incidentes por reactor y año, debido "a la contribución desfavorable de 1999 y 2002", mientras que la tasa de paradas forzosas "ha subido significativamente debido a la parada forzosa de Vandellós II".

198 inspecciones

El número total de horas dedicadas a inspección de instalaciones nucleares ha sido de 47.434 horas, una cifra inferior a la del año pasado aunque el número de inspecciones es mayor: 198 frente a 176.
La calidad medioambiental alrededor de las nucleares "se mantuvo en condiciones aceptables desde el punto de vista radiológico, sin riesgo para las personas".
El funcionamiento de las instalaciones radiactivas con fines científicos, médicos, agrícolas, comerciales e industriales se desarrolló "dentro de las normas de seguridad establecidas" y "sin que se produjeran situaciones de riesgo indebido".
A finales de 2005, existían en España 26.545 instalaciones radiactivas -1.246 más que en 2004-, de ellas 25.222 de radiodiagnóstico inscritas en los diferentes registros de las comunidades autónomas.
El resto, 1.323, son instalaciones radiactivas autorizadas de primera categoría (1), de segunda (1.009) y de tercera (313).
Durante 2004 se produjeron 19 notificaciones de incidencias en instalaciones de segunda y tercera categoría, todas ellas "sin consecuencias radiológicas significativas".
El informe subraya que "como consecuencia del desarrollo de nuevas tecnológicas" hay en España 10 Ciclotrones (producción de positrones para medicina nuclear) en funcionamiento y 1 para el que se ha pedido licencia, y 169 aceleradores lineales para radioterapia externa, de los que 12 se autorizaron en 2005.

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