sábado, 15 de enero de 2011

energias eolicas (HECHO POR DANIEL AGUILERA)

Frente a la mayoría de los pronósticos realizados hace apenas unos años, hoy la energía eólica
no solo crece de forma imparable en España y bate todos los récords, sino que además se ha
convertido en la mejor demostración de que las energías renovables pueden contribuir a transformar
el modelo energético tradicional. Y esto en un momento en el que el precio del petróleo
supera los 60 dólares el barril. Cuando se escribía esta publicación eran más de 12.000 los aerogeneradores
que se recortaban en el horizonte nacional, y la potencia eólica acumulada
rebasaba los 9.000 megavatios (MW); es decir, 80 veces más de la que había hace ahora casi
diez años, y de la que se hablaba con entusiasmo en la introducción de la anterior guía sobre
energía eólica editada por el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) en
1996. Entonces eran muy pocos los que creían que una energía renovable como la eólica llegaría
a competir con las convencionales. Sin embargo, este milagro se ha producido y en el año
2005 se han podido observar algunas señales inequívocas de que así ha ocurrido.
Primera señal: A finales de 2004, España se convertía en el segundo país del mundo con más
megavatios acumulados (8.155) de energía eólica y el segundo en megavatios instalados.
Además, esta marca suponía un hito energético adicional pues, por primera vez, la potencia
eólica acumulada en el país superaba a la nuclear. Aunque esto fuese solo sobre el papel,
pues nunca sopla viento para hacer girar todos los aerogeneradores simultáneamente; sobre
todo, como se dice, cuando más se los necesita: en los días más fríos del invierno y los más
calurosos del verano.

 ¿Quién dijo que las turbinas eólicas no aportan energía cuando más se las necesita?
Tercera señal:
Energías Renovables 1999-2010, en agosto de 2005, el Gobierno aprobaba un nuevo objetivo
para el desarrollo de la energía eólica, una vez superado el que aparecía con anterioridad sobre
el papel. La nueva meta fijada en el Plan de Energías Renovables en España 2005-2010 son
20.155 MW de potencia: más del doble de lo instalado hoy en día. Una potencia ya nada despreciable,
incluso con los parques funcionando al 30%.
A pesar de estas señales, todavía hay voces que cuestionan
la energía eólica y argumentan que, por muchos récords que
se logren, los aerogeneradores no han servido para cerrar
una sola central térmica en España. Cada vez que se vierte la
energía de los parques eólicos en la red eléctrica, esto supone
miles de toneladas de CO
atmósfera porque se ha sustituido una o varias centrales térmicas
de combustión convencionales que estarían
funcionando si no hubiese aerogeneradores.
Poco más de cinco años antes de que llegue a su fin el Plan de Fomento de las2 que se dejan de emitir a la
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Energía Eólica
En cualquier caso, tampoco hay que caer en triunfalismos, pues todo esto no implica que la
energía eólica no mantenga importantes retos por delante. Uno de los mayores desafíos del
sector es conseguir dar mayores garantías de estabilidad conjunta al sistema eléctrico. Para
ello, se trabaja en la mejora de la predicción de la producción, en la adaptación de los parques
a las crecientes exigencias de la red eléctrica y en la búsqueda de soluciones para llegar a almacenar
la energía extraída del viento; como, por ejemplo, mediante hidrógeno a alta presión.
Del mismo modo, con 20.155 MW en el horizonte de 2010, otra cuestión por resolver es encontrar
emplazamientos para duplicar la actual potencia eólica. En este terreno, el sector avanza
hacia turbinas más grandes y eficientes que reemplacen a las antiguas, o hacia máquinas que
puedan aprovechar vientos más moderados. Por otro lado, aunque la energía eólica sea mucho
menos impactante que cualquiera de las fuentes tradicionales, tampoco podemos dejar de cuidar
la huella que deja en el entorno, particularmente en el paisaje. Quizá el desafío esté
entonces en dar el salto al agua, con parques eólicos mar adentro.
De estas cuestiones, y todo lo relacionado con la energía eólica, se ocupa esta guía. Con ella el
lector podrá realizar un recorrido por la situación en el mundo, la tecnología, las aplicaciones,
las instalaciones, los planes de futuro, la historia o la normativa de esta fuente de energía “limpia”,
inagotable y autóctona como es el viento.
Introducción
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En este terreno, el
sector avanza hacia
turbinas má grandes
y eficientes

Situación
actual
1.1 En el mundo
Al finalizar 2004 la potencia eólica instalada en el conjunto del
planeta se situaba aproximadamente en 47.200 MW. Esto suponía
un nuevo récord de crecimiento anual, con 7.700 MW
nuevos instalados durante el año 2004. Pero, sobre todo, confirmaba
un cambio significativo en el desarrollo de esta
industria: la globalización de la energía eólica. Si bien la Unión
Europea (UE) representa aún el 72% de toda la potencia instalada
en el mundo, lo cierto es que el aprovechamiento
energético del viento ha dejado de ser cuestión de un único
continente. Solo unos datos1: mientras que en 2003 fueron
diez los países que construyeron parques eólicos por encima
de los 100 MW, en 2004 esta lista aumentaba a 19, de los cuales
9 eran no europeos. Del mismo modo, el continente
asiático poseía ya el 10% de la potencia eólica instalada.
 
Europa
El continente europeo sigue siendo el más destacado en el desarrollo de la energía eólica. En especial
tres países, Alemania, España y Dinamarca, que juntos suman 27.905 MW de los más de
47.000 instalados en el planeta. No obstante, en los últimos años los aerogeneradores se han multiplicado
en otras naciones del continente. Italia y Holanda entraron a formar parte en 2004 del
exclusivo grupo de siete países del mundo que han rebasado la barrera de los 1.000 MW de potencia.
Y por detrás se acercan a gran velocidad Reino Unido y Portugal. En su conjunto, el continente
europeo terminó 2004 con 34.360 MW. Y, de ellos, 600 MW correspondían a parques eólicos marinos
en Dinamarca, Holanda, Reino Unido, Suecia e Irlanda. Los países del Este adheridos en 2004
a la UE aportan hoy en día muy pocos megavatios, aunque son mercados más prometedores.
• Alemania:
factor decisivo que ha convertido a este país en el número uno mundial de la industria
eólica. El gran despegue se produjo con la aprobación en 1991 de una ley fundamental,
que garantizaba a los productores de energías renovables la percepción de hasta el 90%
del precio que las compañías eléctricas cobraban a los consumidores domésticos por
cada kilovatio-hora que generasen. Además, esta legislación nacional ha estado acompañada
por fuertes políticas regionales. A finales de 2004, Alemania contaba con una
potencia eólica acumulada de 16.630 MW, el 35% de la instalada en todo el mundo.
El fuerte apoyo de las autoridades federales y regionales alemanas ha sido el
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Energía Eólica
• Dinamarca:
una potencia eólica acumulada de 3.120 MW, capaz de proporcionar en un año medio
el 20% de su consumo de electricidad. En este caso, la clave del éxito ha venido de la
mano de la industria danesa de aerogeneradores, que domina el mercado mundial
desde los años 80. Dinamarca es el país número uno en parques mar adentro, con más
de 400 MW instalados. Sin embargo, últimamente el crecimiento del parque eólico danés
prácticamente se ha paralizado.
Este país de apenas 5 millones y medio de habitantes disponía en 2004 de
• Reino Unido:
Reino Unido cuenta con los mayores recursos eólicos
del continente. Sin embargo, es ahora cuando
empieza a explotarlos. En 2004, este país disponía
de una potencia eólica acumulada de 890 MW, de
los que más de 120 estaban en el mar. Las previsiones
apuntan a la instalación de cerca de 8.000
MW, a partes iguales entre tierra y mar, en los próximos
años.
Los atlas eólicos muestran que el
• Portugal:
instalados en Portugal, pero este país espera llegar
a 1.000 en 2005 y tiene concedidas licencias
para alcanzar los 3.000 en 2008. Este “boom” ha
sido impulsado por una nueva regulación que propone
mantener la tarifa actual durante 15 años.
Varios promotores españoles han impulsado de
forma decisiva el despegue de esta tecnología en
el país vecino.
Al final de 2004 eran 520 los megavatios
Situación actual
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El continente americano tenía instalados a finales de 2004 un total de 7.410 MW de potencia,
de los cuales 6.750 pertenecían a EE.UU. Aun así, EE.UU. no está solo. El mercado
canadiense se muestra bastante activo y hay fundadas expectativas en torno a países como
Brasil o Argentina.
• EE.UU.:
ritmo similar al europeo. En 2004 acumulaba 6.750 MW, pero la instalación de nuevos
megavatios (375) se frenó debido al retraso en la prolongación de la exención
fiscal a la producción
bonificación hasta 2007 permite aventurar una pronta recuperación que pudiera ser
muy importante. Estados Unidos, junto con Canadá, dispone de los mayores recursos
eólicos comprobados del planeta.
Ha sido el único país del mundo en el que la energía eólica ha crecido a un(Production Tax Credit, PTC). La ampliación del plazo de esta
• Canadá:
450 MW acumulados. No obstante, la Canadian Wind Energy Association ha anunciado
un ambicioso plan para disponer de un total de 10.000 MW eólicos en 2010.
Tiene excelentes recursos y comienza a despertarse. En 2004 terminó con
• Brasil y Argentina:
el aprovechamiento energético del viento, se espera que Brasil (30 MW) logre un
desarrollo significativo en el bienio 2006-2007, cuando se pongan en marcha las primeras
instalaciones impulsadas por el programa gubernamental PROINFA, en cuya
construcción participan varias empresas españolas. Argentina (25 MW) posee enormes
recursos en la Patagonia, y algunas compañías europeas elaboraron ya planes
de negocio para explotarlos, pero los años de recesión han alejado provisionalmente
a los inversores.
Aunque ninguno de los dos está entre los 20 primeros países en
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Energía Eólica
Asia
Asia concluyó 2004 con 4.650 MW acumulados, después de
instalarse ese mismo año más megavatios nuevos que en
América. Por otro lado, India, Japón y China están entre los
diez primeros países del mundo en potencia eólica acumulada.
Entre los tres disponen del 9,7% de la potencia mundial.
• India:
recurso eólico entre los países en vías de desarrollo
comenzó a impulsar esta fuente de energía de forma
poco racional y con equipos inadecuados. Los promotores
buscaban beneficios fiscales más que
generación eléctrica y el 70% de los aerogeneradores
eran fabricados por empresas nacionales. En los últimos
años, el mercado indio ha vuelto a resurgir, pero
de forma más ordenada, presentando unas elevadas
probabilidades de rápido crecimiento. En 2004 acumulaba
3.000 MW en operación, situándose en
quinta posición mundial. El fabricante indio de aerogeneradores
Suzlon ha comenzado su expansión internacional recientemente, mediante
la adquisición de varias fábricas de componentes de primer nivel.
La nación pionera en el aprovechamiento del
• China:
2004, más la reciente aprobación de legislación sobre energías renovables, hace esperar
un fuerte impulso del mercado eólico en el gigante asiático. Este país posee buenos
recursos eólicos, disponiendo a finales de 2004 de 750 MW.
El hecho de que China organizase la Conferencia Mundial de Energía Eólica en
Situación actual
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Australia, Nueva Zelanda y los archipiélagos del Pacífico solo disponían en conjunto de 555 MW
de potencia eólica en 2004. Sin embargo, 325 de estos fueron instalados ese mismo año, siendo
esta región donde más creció relativamente la energía eólica.
• Australia:
de la energía eólica. Por ahora, la implantación de aerogeneradores es
modesta, pero empiezan a aparecer planes bastante activos. Tiene buenos recursos,
pero faltan infraestructuras eléctricas que interconecten su vasto territorio.
Muchos creen que Australia será la “España del sur del Pacífico” en el aprovechamiento
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Energía Eólica
África
Sin disponer de información suficiente en buena parte de su territorio sobre la existencia de recursos
eólicos apreciables, sí que hay ciertas zonas que en los últimos tiempos han sido
intensamente evaluadas, presentando un elevado potencial (norte de Marruecos, Mar Rojo,
Sudáfrica...). Aun así, la mayor parte del continente posee una red eléctrica muy débil para posibilitar
la evacuación de la posible energía generada, por lo que se considera que la mejor forma
de contribuir a la electrificación es mediante el empleo de instalaciones
Con unos 400 parques eólicos y casi 11.500 aerogeneradores, España concluyó el año 2004
como el segundo país del mundo con más potencia eólica acumulada (8.155 MW) y como el segundo
en donde más creció esta fuente de energía: uno de cada cuatro megavatios nuevos en
el mundo se instalaron en suelo español. Ese mismo año, la energía puesta en la red comercial
por los aerogeneradores fue de 16.000 GWh, el 6,5% del consumo neto nacional.
La fórmula de este espectacular desarrollo no es ningún secreto:
un apoyo continuado de todos los Gobiernos mediante
la aprobación de una legislación estatal favorable (como la
Ley 82/80 de Conservación de la Energía o la Ley 54/97 del
Sector Eléctrico), el despegue de la industria nacional de aerogeneradores
(Gamesa y Ecotècnia terminaron el año en
segunda y novena posición en el ranking mundial) y la atracción
ejercida sobre los inversores de gran capacidad
financiera. Eso y la apuesta decidida de distintas comunidades
autónomas que han confiado en esta tecnología para
suministrar una parte de su demanda eléctrica. El resultado
es que hoy hay cuatro comunidades por encima de los 1.000
MW instalados: Galicia (1.830), Castilla y León (1.543), Castilla-
La Mancha (1.534) y Aragón (1.154). Juntas representan
las tres cuartas partes de la potencia eólica que opera en España
y siguen autorizando nuevos proyectos, a la vez que
amplían y mejoran sus redes eléctricas. La siguiente en potencia
eólica es Navarra (854), la región con más porcentaje
de energías renovables, donde el Gobierno regional mantiene
18
Energía Eólica
una política singular: no permite construir más parques eólicos, pero apoya el desarrollo de aerogeneradores
más potentes y eficientes, con los que se están reemplazando los más antiguos
e incrementando la potencia total de una forma apreciable, sin aumentar el impacto visual.
Comunidades como La Rioja (356) o Andalucía (350) superan a países como Irlanda, Noruega
o Bélgica, lo que resulta especialmente llamativo en una comunidad del tamaño de La Rioja. En
Asturias (145) y Canarias (139) la energía eólica tiene un peso apreciable, pero todavía se está
lejos de sus objetivos.
Por debajo de los 100 MW están Cataluña (94), País Vasco (85), Murcia (49), Comunidad Valenciana
(21) y Baleares (3), donde se dan los primeros pasos en la implantación de los
aerogeneradores. Y, finalmente, quedan Madrid, Extremadura y Cantabria, que son las únicas
comunidades que en 2004 tenían todavía su cuenta de megavatios a cero. Aunque no debería
ser así por mucho tiempo, habida cuenta de las iniciativas existentes para implantar los primeros
parques eólicos.
Situación actual
19
España concluyó
el año 2004 como
el segundo país
del mundo con
mayor potencia
eólica acumulada
a pequeña escala en poblaciones aisladas. Al
finalizar el año 2004 África contaba con 225 MW.
Se prevé que en el año 2050 África doble su población actual,
alcanzando los 2.000 millones de habitantes (el 21% de la
población del planeta prevista para entonces). Hoy en día su
población consume únicamente el 3% de la electricidad mundial.
A pesar de la pobreza imperante, se constata un notable
crecimiento económico conexo a un mayor incremento de la
demanda energética. Fuentes de energía como la originada
por el viento servirán para paliar en el futuro la escasez de recursos
energéticos endógenos.
1.2 En España
• Egipto y Marruecos:
han mostrado un especial interés por la promoción
de la energía eólica. Algunos han presentado ya planes
de desarrollo, pero éstos no han cuajado
todavía. Egipto es el primero en el ranking eólico
africano con 145 MW en 2004, seguido de Marruecos,
con 55 MW.
Los países del norte de África
Situación actual
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Oceanía

América

En lo que respecta al ranking mundial, los cinco países del mundo con más potencia eólica acumulada
a finales de 2004 volvían a ser: Alemania (16.630 MW), España (8.155), EE. UU. (6.750),
Dinamarca (3.120) e India (3.000). España no sólo escalaba a la segunda posición superando a
EE. UU. en potencia acumulada, sino que también fue el segundo país del mundo que más megavatios
eólicos nuevos instaló (1.920) durante el año 2004, muy cerca de Alemania (2.020),
líder indiscutible del actual desarrollo eólico mundial.

Segunda señal:
El 26 de enero de 2005, en medio de un intenso temporal y temperaturas gélidas, la
demanda peninsular de electricidad telemedida por Red Eléctrica de España batía todos los récords
y se situaba en 42.950 MW a las 19:30 horas. Si no sucedió nada fue porque
afortunadamente los parques eólicos estaban funcionando a pleno rendimiento y se estima
que aportaron más de 5.000 MW que cubrieron el 12% de la demanda. No se trató de una casualidad,
pues solo unos días después, el 15 de febrero, los aerogeneradores del país
mejoraban su propia marca y aportaban esta vez casi 6.000 MW, el 70% de toda la potencia eólica
instalada (cuando la media anual no alcanza el 30%), lo que permitió atender el 17% de la
demanda existente en aquellos momentos.

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